Carlos Crespo, a la vanguardia del hielo

Desde muy joven, Luis Carlos Crespo tenía la inquietud de tener su negocio propio, pues aprendió de su abuelo. Aunque estudió química en el Instituto Tecnológico de Puerto Rico, su inclinación por el comercio lo llevó a abrir Crespo Cash and Carry, en Puerto Nuevo.

Con el tiempo, notó el hielo rendía buenas ventas y decidió aprovechar este nicho del mercado. Así quitó el cash and carry y en su lugar estableció Crespo Ice Plant, donde creció hasta convertirse en suplidor de cadenas de supermercados, fuerzas armadas y hasta bases militares, automatizando la operación.

Y como ya le sobraba tiempo, decide adquirir la estación de gasolina que aún conserva en Guaynabo, el Apolo Puma, que administra junto a sus hijos.

Carlos Crespo es socio hace 24 años y siempre ha estado ligado al Centro Unido de Detallistas, pues su suegro Cándido Rosado fue presidente; y también cuando formó la Asociación de Industriales del Hielo con Ángel Vázquez y otros hieleros ante la amenaza de que una empresa de hielo de Estados Unidos acaparara el mercado local. El CUD los respaldó y les prestó el espacio para la conferencia de prensa contra el discrimen y lo lograron.

Hoy por hoy es el vicepresidente del CUD y presidente del Capítulo de Estaciones y Centros de Inspección, desde donde impulsó la venta de marbetes, marbetes de tablilla, voucher de seguros y ayudó en ampliar la competencia de compañías en el Seguro de Responsabilidad Obligatorio. “No me puedo quejar”, dice Crespo satisfecho.

Crespo les recomienda a los comerciantes: “estudie su negocio, edúquese, enfóquese en todo lo que tenga que ver con su negocio y téngalo lo más automatizado posible. Vigile la administración para identificar fallas de antemano. Al negocio no se le puede negar nada para mejorar ventas y producción”.